Eliminados

1 de noviembre de 2012
   Prefiero comenzar con el final del partido que solo fue tal medio tiempo. En esos postreros 5 minutos, Pato determinò que el 2012 finalice con un quinteto de pibes, apostando definitivamente al futuro, al nuevo sueño que darà inicio allà por marzo del 2013. Desde la tribuna, el coraje emanado por una media cancha integrada con Lautaro Quiroga, Ivàn Ayala y Matìas Tirelli, acompañados por dos "veteranos" de 21 años (Cristian Guerra junto a Nahuel Pèrez) pudo sacarme algunas sonrisas internas, vendiendo cara la durìsima derrota ante Atlètico Bernal 76-47, cerrando la serie y dejando al conjunto del sur con vida ante la nueva instancia de eliminaciones buscando un ascenso que a principio de año parecìa poco menos que un tràmite, y que este cachetazo implacable deja al funebrero fuera de todo demasiado temprano, demasiado prematuro, pero que enfriando las emociones podìa apreciarse con resignaciòn que era inevitable si no habìa un cambio dràstico en el ànimo colectivo de un conjunto con buenas individualidades, pero con reparos colectivos, recelos no tan ocultos y reproches lògicos como en todo grupo humano, pero que terminaron prevaleciendo por sobre las numerosas virtudes de sus integrantes. Asì nomàs, Midland se despide de la competencia hasta que en un semestre de inicio un nuevo torneo y con ello, las esperanzas renovadas.
   El mensaje silencioso del entrenador, determinando que en la sangre jovencìsima estàn los cimientos de la reconstrucciòn, es lo màs rescatable de una noche aciaga, donde el conjunto de Libertad jamàs pudo hacer pie ante un contrincante entusiasta, pero que, como tantos otros, dejò una imagen màs lavada al instante de jugar en equipo. Existieron defecciones llamativas, justo cuando se necesitaban las voces experimentadas para encarrilar un tren que comenzò a descarrilar desde el instante que este grupo comenzò a acostumbrarse a las goleadas en contra; y como si fuese un castillo de naipes, el andamiaje aceitado de meses atràs comenzò a languidecer hasta este derrumbe inesperado, no por las derrotas (porque Midland no es invencible ni mucho menos), sino por la opacidad de su despedida, dejando mansamente que un rival llegado del repechaje lo eche del torneo con una soberana paliza, inmerecida por los cimientos forjados en meses de  victorias soberbias, pero completamente justificable por lo que ambos plasmaron en el rectàngulo. Y en cancha, Bernal demoliò gradualmente al funebrero, ganando los cuatro parciales, con el plus de que en los diez finales, los guarismos fueron mazazos al corazòn de un Midland lastimado en su mente y espìritu, resignados ante la dolorosa comprobaciòn de que la cabeza iba mucho màs ràpido que los cuerpos, producièndose pèrdidas (20 en total) y selecciòn de tiros (3 de 21 en triples, por ejemplo), que solo dejaban  la sentencia de una caìda ya decretada en el tercer cuarto, cuando a falta de 3:55 el local se escapò a 20 (44-24). Sì, faltando poco menos de 4 minutos para cumplir 3/4 de encuentro, la visita solo habìa hecho 24 puntos...
   Antes, Midland no quiso cometer el error de Libertad, cuando marcando zona, dejò resucitar a un Bernal llegado al cementerio con la idea de hacer un papel digno ante el candidato, pero sacando el màximo rèdito a esa marcaciòn, vio el aro abierto y encestò tres triples que le devolvieron aire, y sumado al desconcierto de nuestros muchachos, se envenenò un partido que a priori no asomaba tan complicado, y la caìda en casa obligò a cambiar los planes y llegar hasta el partido de Quilmes a buscar reencauzar los play offs. Por eso, toda la noche hizo marcaciòn individual, pudiendo resultar, si a ello se le sumaba dos ìtems donde se fallò notoriamente: los rebotes (se bajaron en todo el partido apenas 20), y el escaso porcentaje en conversiones (un global de 37,5%), dejaba estèril todo el esfuerzo en el marcaje personal. Bernal no se desesperò, ni siquiera cuando dio inicio el ùltimo cuarto, y Caris bajò la orden de hacer presiòn en toda la cancha buscando el milagro que no llegò ("tuvimos que esperar el ùltimo partido para hacer presiòn en toda la cancha", me deslizò un jugador). Fue allì donde aflorò el legendario corazòn funebrero, el que sangra pero no se da por muerto ni aùn cuando todo està muerto; fue cuando algunos grandes ofrendaron sus ùltimas gotas de sudor y debieron abandonar la cancha para dar lugar a la nueva camada, la que si incorpora el COMPROMISO ( Gaby dixit), llenarà nuevamente de satisfacciones a la parcialidad funebrera. 
   Cristian nuevamente fue el goleador del equipo, terminando en lo màs alto del podio en ese rubro; fue el mejor encuentro de Nahuel en toda la segunda fase, con muchìsima verguenza deportiva, perdiendo y ganando ante gente con mayor bagaje; entre ambos, lograron el 55 % de los puntos totales. No hubo mucho màs en lo ofensivo, pero con solo 47 puntos, tampoco podrìa serlo. 
   Habrà que buscar, en frìo, las razones de esta eliminaciòn; todos deberàn evaluar su rol, y sus responsabilidades, comenzando con el entrenador, y luego con los referentes. Hoy, todo està caliente, las mentes estaban turbadas, y ciertas cosas que se dijeron hay que tomarlas como frases para sacarse la amargura ante esta despedida; este jueves, el plantel se juntarà en el club, y se hablarà de los pasos a seguir. Què proyecto primarà en 2013, quienes seguiràn y quienes no; deberà dejarse de lado ciertos egoìsmos individuales y aceptar que este equipo necesitarà reforzarse en calidad y no tanto en cantidad, y si viene gente que pueda dar ese plus todo el año, lo que quitarà minutos y protagonismo a actores actuales, mientras sea por el bien de la instituciòn, bienvenido sea. 
   Hay mucho por escribir, pero de este lado las sensaciones estàn encontradas. Acabo de hablar con un pilar fundamental del club, y su descripciòn con la palabra DESPERDICIO, calza a la perfecciòn; porque aùn me cuesta creer que este plantel haya quedado afuera de todo en octubre. Si debiera haber un batacazo, tendrìa que haber sido por parte del funebrero, copando Monte Grande 3 semanas despùes a èsta, logrando el pasaje a la C, y peleando por el tìtulo en ese cuadrangular final que serà impactante; pero la sorpresa mayùscula se dio a la inversa, y muchos de los que ni siquiera llegaron a ver a estos jugadores, no entenderàn como ese equipo del oeste bonaerense dijo asì adiòs, despuès de meter un descomunal 19-1 en la fase inicial. El domingo, Leandro Portillo hablò en la radio, y manifestò que habìa charlado con algunos jugadores del plantel, y que se quedaba tranquilo por la confianza en poder revertir la serie; dicha convicciòn en sus palabras, màs las que yo ya tenìa, me hicieron ir hasta Bernal con reparos, pero plenamente confiado en que la victoria viajaba a Libertad. Pero se terminò la competencia, y no pude hallar las razones por las que esa confianza fuera del rectàngulo no pudo apreciarse en los 80 minutos que durò ambos partidos.
   Ya està; una vez pasado los dolores (principalmente de jugadores y tècnico, cuyos rostros mientras se retiraban manifestaban ese sentimiento), se planearà  nuevamente a futuro. Y vendràn momentos felices, victorias, esperanzas de que se concrete de una buena vez eso de que Midland debe estar en categorìas superiores, para que sus chicos no emigren y deseen quedarse porque la competencia invita a ello. Ante el dolor de estos jugadores que dieron hasta donde pudieron, hay una base piramidal con chicos expectantes en que un dìa, seràn ellos los que vestiràn la camiseta de primera, y seràn los dueños de las ovaciones de la tribuna. Cuando vi ese quinteto de pibes, mostrando garra, coraje, y vendiendo carìsima la eliminaciòn, me quedè con la convicciòn que Midland renacerà. Renacerà.

Midland: Ivàn Ayala (3), Adriàn Quiroga (3), Cristian Guerra (18), Martìn Revello (4), Nahuel Pèrez (7) (FI) Gustavo Viudez (2), Matìas Lòpez (0), Juan Rosa (6), Matìas Tirelli (0), Gustavo Araujo (0), Lucas Quiroga (0), Lautaro Quiroga (4). DT: Patricio Caris. Total: 47


Parciales: 16-10, 30-21, 49-30, 76-47.