Mr Hyde

24 de junio de 2010
   La verdad, apenas terminó el partido donde perdimos con Unitarios en Marcos Paz 78-57, no sabía como ordenarme con los sentimientos encontrados. Si pienso en el primer tiempo, me invade la sensación que fue un verdadero desperdicio; si pienso en el segundo tiempo, me invade la desazón. Demasiado contraste generado por nosotros mismos, porque el rival fue parejo, no deslumbró en ningún momento y solo se limitó a seguir las órdenes de su entrenador, lo que le bastó para obtener un triunfo vital en su lucha por intentar entrar entre los cinco aspirantes a la zona campeonato, potenciada si tomamos en cuenta que traía una seguidilla de 3 derrotas consecutivas (todas de visitante, vale aclararlo). No me iba a extrañar una victoria a domicilio, más cuando desde la puerta del club vi venir sonriendo a Gastón Bozzo, quien después de algunos inconvenientes personales, regresó para sumar experiencia y jerarquía al plantel; pero tampoco me podía llamar la atención si Unitarios se quedaba con un triunfo, ya que en su casa es fuerte y depende de mantener la localía si aspira a lograr zafar de la zona Permanencia en la segunda mitad del año. Ahora bien, produce estupor ver derrumbarse tanto una estructura de juego en un lapso tan corto, cuando en solamente 7 minutos se pasó de ir al frente 43-41 a terminar el tercer parcial 45-55 (parcial de 14-2 a favor del local). Hasta ese instante, Midland fue un Doctor Jeckyll en estado de combustión, dispuesto a tomarse revancha del partido en primera rueda, bancándose la parada inicial cuando Unitarios se puso 10-2 en tres minutos, para empezar de alli un trabajo paciente buscando a Fede y Diego quines estaban encendidos metiendo con altos porcentajes, descontando gradualmente la diferencia inicial y finalizar esos diez iniciales apenas un doble abajo (20-18), con 16 pts entre los dos.
   El segundo cuarto ya mostró al Funebrero como dueñodel cotejo, pasando al frente en el tanteador al 1:36 (21-20), dominando los tableros con un Maxi Babusci impactante (es muchísimo mas jugador que en el 2009), Lucas defendiendo muy bien y a la vez asistiendo; y el sentimiento cuando nos pusimos 36-28 arriba de que no era una quimera obtener la segunda victoria, pero...escribimos aquí que en esta C no podés permitirte lagunas porque tu rival se te escapa y no lo agarrás más. Anoche faltaba solamente 1:48 para terminar el segundo parcial con esa diferencia asomando como agua en el desierto, tomando en cuenta la paridad existente dentro del rectángulo pero tres perdidas consecutivas sumado a algunas determinaciones erradas, posibilitaron la igualda en 36. Tranquilos, confiados, sin saber que se avecinaba el desplome...
   Nada fue igual desde entonces, a pesar de mantenernos al frente en el marcador por algun lapso, aunque sin mostrar indicios de que tal diferencia tuviese sustento; el rival siguió ordenado, supo capear el temporal para una vez adueñarse del tanteador, no prestarlo mas. Contribuyó en esto que algunos jugadores no fueron ni por asomo los de la primera parte; cansados, de mal humor, primó la confusión, deambuló por el piso de Marcos Paz el viejo fantasma de la entrega anticipada y permitió lucir al contrario con jugadas elaboradas, triples y algún que otro monigote innecesario, merced al resultado definido. 19-9, 23-12 fueron los parciales finales, mostrando como Unitarios maceró el triunfo a fuego lento, usando la experiencia de sus jugadores para aprovechar el aturdimiento rival, con un base soberbio que jugó cuando se lo propuso y metió tres estiletazos desde los 6,25 aniquiladores anímicamente, más un alero con un poder de salto impresionante, un lujo para ver desde las tribunas. En cada puesto, un jugador de rol; anoche nosotros fuimos nuevamente diezmados, pero diezmados en serio, sin Leo (suspendido) justamente cuando Leo se estaba transformando en el jugador desequilibrante de antaño y sin el Negro Lucas, y anoche quedó constancia que este Midland 2010 baila al ritmo de la música que impone Lucas; demasiado hándicap para soñar, aunque la vieja guardia va metiendo presencia y de ponerse las pilas colectivamente, menguando emociones desbordadas, la segunda rueda nos verá ganadores.
   Miro el vaso medio lleno, y presenciar el retorno de Gastón, sabiendo que ya se tomó vacaciones y de ahora en más se quedará en el plantel, me llena de esperanza. Es cierto que anoche debe haber jugado su peor partido de los ultimos años, pero una vez que entre en ritmo (no tardará mucho) y esté en sintonía con sus compañeros, la Federación recuperará a un jugador espectacular para mostrar su virtuosismo en todas las canchas; con este Maxi increíble, riéndose mientras le pega a todo lo que se mueve, más la base que se estaba gestando (Lucas, Leo, Andrés y Fede), el regreso del Chino, y la creciente presencia de Dieguito (anoche su segundo tiempo fue flojo, pero aún así terminó como goleador del equipo con 17...) mas el acompañamiento de los pibes y Pablo, las herramientas para aspirar a quedarnos en la C no es una quimera.   
   Yo sé que es difícil defender al equipo cuando la tabla nos muestra con 10 derrotas sobre 11 partidos, pero me consta de la confianza reinante en el grupo con la vista puesta allá por noviembre. Estos nombres aún no han podido jugar juntos un solo partido, si las malas vienen en esta primera parte del año, seguiremos penando por 7 fechas más, amalgamando voluntades buscando el funcionamiento correcto para la explosión que ya se dará. Lo aseguro; anoche me fui acongojado con el producto final, pero hubo indicios de que se está gestando algo bueno.

Cimbronazo funebrero

10 de junio de 2010
   Escena 1: 9 PM, Leo Venezia entra a las instalaciones de Italiano, en José C Paz, apurado porque ya sus compañeros deben estar en pleno calentamiento previo y encuentra en cambio a Lucas Romero con tres amigos, quien le dice, "mirá que no hay nadie" a falta de 30 minutos para iniciar el encuentro....
   Escena 2: 9.15 PM, entro con el resto de los jugadores, y compruebo que solamente hay siete para afrontar el partido contra un local entonadísimo después de quitarle el invicto a Unión General Armenia en Ciudad de Buenos Aires, quien a su vez venía de derrumbar una fortaleza imposible como Berazategui, llevándome ese panorama mirar a Javier y con rostro demudado sentir avecinar otra noche demacrante...
   Escena 3: 9.25 PM, me siento con la mama de Anahí, entumecidos por el frío, al lado de los hinchas locales, quienes al ver a nuestros siete jugadores (3 mayores, 1 juvenil y 3 cadetes) empiezan a decir entre si "pongámosles a nuestros cadetes así es mas parejo" mofándose de nuestro escuálido plantel, trasladándole a sus jugadores ese aire de suficiencia con la certeza de asunto liquidado aún antes de empezar a jugar la primer pelota...
   Escena 4: 9. 31 PM, comienza el partido...
   Y al empezar, Midland, harto de estar ya harto ante tanta malaria sucesiva (jugadores que abandonaron el plantel en medio de la competencia, expulsados, enfermos, ausentes sin aviso), se acordó de su historia, de la mística, de poner la chapa cuando todo está derrumbado, asomarse en medio de la oscuridad mas tenebrosa para conseguir una victoria conmocionante, de las que hacen ruido en serio, y avisarle al resto que se terminó la etapa donde se nutrían de nuestra autoestima subterránea. ¡Apareció el Funebrero!, lo cual se transforma en una noticia no tan agradable para algunos; porque Midland no llegó a esta divisional para ser burla de los demás, y la lección la aprendió amargamente anoche Italiano, con sus jugadores riéndose en la cara de los nuestros cuando se pusieron 15 puntos arriba promediando el segundo cuarto, y no bancándose la derrota 71-70, a falta de 7 segundos con un  libre convertido por Lucas Quiroga (en su mejor partido por lejos desde que debutó en la Primera), buscando una pelea estéril finalizada la chicharra y abortada por su técnico, al cual podrán decirle que es un tipo difícil, pero demostró ser un caballero deportivo, como uno de los jugadores locales, quien terminada la mínima trifulca, se acercó al banco visitante, saludó y felicitó a Diego Molina, cuya actuación anoche solo puede definirse como descomunal. Pero ya voy a hablar de Diego...
   Anoche, el equipo se recibió de tal, uniéndose en la adversidad más cruel, entregando una actuación memorable, de esas que quedan en la memoria colectiva; lástima que éramos tan pocos, y hasta parece que estos pibes lo hiciesen adrede. Cuanto peor, y cuanto más abandonados están, producen los mejores partidos; y en el gimnasio de José C Paz, apareció por fin la tan deseada madurez colectiva. Con el Negro Lucas sacando carnet de veterano (un capo, reitero que debe ser el único base en la divisional por el que pago una entrada siendo fanático del basquet en general y no de un club en particular), conduciendo a sus compañeros con tranquilidad, sin correr desmedidamente, consciente que no teníamos recambio en demasía, asistiendo magistralmente, cohibiendo a sus marcadores, insuflándole confianza a los suyos sabiendo que la pelota les llegaba limpia. Con Fede jugando su mejor encuentro desde que los sigo hace un año; arrancó para ser un partido más, discutió y le costó ir al banco durante un buen rato, pero se reprogamó, entendió lo necesario que era anoche y emocionalmente se cargó a los rivales sobre el hombro, arrastrándolos por donde quisiera, plasmando sus nervios de acero en el instante de ejecutar los libres que anoche,sí, fueron positivamente determinantes. Y al lado de ellos, estuvo Leo, el Leo que estaba esperando, ese que juega con 5 pulmones y resortes en las zapatillas, el de costa a costa, con el aro abierto, mostrando arrogante desde sus silencios que en noches asi, es el amo emocional del cotejo. Un placer ver a Venezia deslumbrar justamente en Italiano, como si fuese su lugar, irónicamente.
    Cuando a falta de 4:55 para concluir el primer cuarto, el local se puso al frente 9-8, tras un arranque promisorio, sentí que la hora de la realidad había dicho presente, y mi única preocupación pasaba por no caer en esos baches iniciales donde parciales de 20 puntos en contra ya nos dejaban fuera de partido a los 15 minutos; pero esta vez no fue así, de hecho, a pesar de estar ante un local metrallando con tiros de 3 y alejándose en el tanteador, Midland no se desesperó, no existieron reproches ante pelotas perdidas y siguieron mancomunados como si el inconsciente colectivo indicara que esta podía ser la noche del despegue. 22-16 abajo en el primer cuarto, con el llamativo número de 11 rebotes bajados (Fede Rush con 4 fue el abanderado), y un segundo parcial en la misma tónica pareja aunque siempre desde abajo. 40-31 y ya las muecas de tranquilidad ante la chance concreta de seguir enganchados en el resultado en un segundo tiempo después de varias jornadas.
   Y el segundo tiempo comenzó a vislumbrar un horizonte más diáfano, definitivamente en partido, convenciéndose de empezar a transitar el torneo como protagonista. No sé donde terminaremos, pero si es algo bueno, los siete jugadores y el técnico coincidirán que en esta noche gélida empezó todo; porque tanto Lucas, Fede, Leo y Diego armaron un cuarteto sólido, granítico, acompañados por Luquitas (entró como titular y eso en vez de asustarlo, lo motivó, jugó soberbiamente), Jonny (un diamante en bruto, asimila los consejos que le dan los más grandes, y cada vez es mas necesario entre sus compañeros) y Matías Aguirre, quien por primera vez jugó, y su espíritu solidario, su entrega carente de egoísmos lo convierte ya en una alternativa ante la falta de Sergio por los próximos 4 partidos, dependiendo solamente de él convertirse en un habitué. Como lo consiguió Diego...
   Aquella vez en Beccar me animé a decir que Dieguito había llegado para quedarse;6 fechas después, afirmo que no puede dejar de ser titular. Su actuación anoche fue majestuosa, ese segundo tiempo va a quedar en su mente toda la vida, cuando una y otra vez encaró al aro rival y no hubo un contrario que pudiese contenerlo, marcando puntos para la remontada increíble, llenando de estupor a la tribuna local cuando vio esfumarse una victoria festejada por anticipado. En ese segundo tiempo marcó 17 puntos, sobre un total de 25, para deleite de sus compañeros y soporte de aquellos que supieron cerrar el partido (impresionante Rush con un sprint de 9 libres sobre 10), en el instante que Leo (jugadorazo, no me canso de reiterarlo) tuvo que dejar la cancha por 5 personales a falta de medio cuarto, en medio de algunos aplausos locales ante tamaña demostración de jerarquía. "Te juro, cuando vi que hacían 5 cambios juntos, sobrándonos, me dije que este partido no lo ibamos a perder", me decía Leo a la vuelta, con la alegría consumada, y trasladó al juego esa bronca por tanta burla y menosprecio rival. Fue el mejor, junto a Diego, pero Leo es un jugador consumado, líder natural en este plantel; Diego es un inmenso presente, y un futuro dominante en estos torneos. Tiene 15 años, y como tal, viviendo sus primeras alegrías de la vida, finalizado el partido, no pudo contener sus lágrimas, emocionado por lo que entregó, y porque como todo pibe está lleno de sueños, y este Midland no daba para soñar en grande. Quizás aun no está para eso, pero con actuaciones como la que brindó Dieguito, estas satisfacciones serán recurrentes.
   Escena 5: 10.47 PM, Con el partido igualado en 70, restando 7 segundos, le cometen infracción a Lucas Quiroga bajo el aro local, y ante la protesta generalizada del público (mas por desesperación que por el fallo en si), convierte el primero, gritándolo con ganas, errando el segundo y permitirle a Italiano ganar con un tiro de 3, pero ese jugador con sonrisa perenne mientras el tanteador le favorecía, ejecuta un lanzamiento que ni siquiera roza el aro, y permite soltar los sentimientos acumulados, la bronca, desazón, frustraciones, tristezas, peleas, enojos, desencuentros, y,similar a un parto, tras 9 extenuantes jornadas, pudieron dar a luz una victoria que no suma en la realidad de lo que vendrá, pero afloja tensiones y permite volver con una inmensa sonrisa. Ahora viene a casa Armenia, candidato a ascender, pero arrancamos. Enhorabuena.
   Escena 6: 11.15 PM, Recordándome un nick que puse durante el día en mi messenger, solo para cargarlo, mientras nos volvíamos exultantes a nuestros hogares, Javier sacó su brazo sobre la ventanilla del auto que conducía y con un gesto inequívoco, me recordó ese nick. Tranquilo, Bata, aún me siguen gustando las mujeres...
    Ganamos. De visitante y ante un rival que lucha por meterse en la zona Campeonato, que en 2009 compitió en la B. En tiempos de carestía, una victoria así es reparadora, alentadora. Disfrutémosla.