Recalculando

11 de septiembre de 2012
   A olvidarse de lo que una vez se fue. El Midland versiòn septiembre 2012 es un conjunto desequilibrado, quebrado emocionalmente y absolutamente accesible para sus rivales de turno. Si se entiende esto, y se trabaja sobre estas dolorosas verdades, entonces el GPS funebrero podrà indicar nuevamente el camino que hasta ayer nomàs transitò còmodamente camino al ascenso. Jode admitirlo, pero en estas circunstancias crueles en las ùltimas semanas del invierno bonaerense, estamos lejos del objetivo que parecìa un tràmite. Por què semejaba eso? Porque algunos jugadores que brillaban hoy estàn apagados, porque la frescura del juego invitaba a creer en cualquier resurrecciòn, porque como me dijo un jugador, "la ponìamos sobre la mesa y demostràbamos que la tenìamos màs grande que todas". Hoy esa convicciòn se perdiò, ciertas motivaciones estàn extrañamente dispersadas y por lo que se ve desde la tribuna, parece no molestar en algunos que se entrò en un terreno de fango dificil de limpiar si no se entiende la seriedad de esta caìda abrupta. Anoche vino Pedro Echague a Libertad, y propinò otro mazazo al ya lastimado espìritu del equipo, ganando 79 a 63, una distancia que refleja perfectamente lo que mostrò cada conjunto, y hunde a los dirigidos por Patricio Caris en el dilema de comprobar que los partidos previstos perder en catorce cotejos se esfumaron en apenas 6, con el agravante de ser 2 en casa, y peor aùn, con uno de ellos donde ni pasaba la sensaciòn de resignar los puntos.
   Viene mañana la visita a Vicente Lòpez contra Banco Provincia, pero ese rival es un mero escollo dentro de lo que Midland debe replantearse. Si Pato hace un llamado a la reflexiòn en el vestuario post derrota y le indica a un referente (por edad, experiencia e impronta dentro de la cancha) que  no puede dejar que su cadena emocional se le suelte y asì derroche todo lo bueno que venìa efectuando con faltas tècnicas y golpes descalificadores al contrario, serà bueno que no sòlo èl, sino otros que se van de partido ràpidamente entiendan que poseen material y recursos suficientes como para revertir resultados con armas limpias. Si algùn jugador entiende que esta situaciòn lo està superando y no halla el modo de amoldarse al equipo, serìa bueno que prevalezca el bien colectivo por sobre el individual y le diga al entrenador que èste no es su momento. Y es necesario que Pato (un tipo que no tiene problemas en aceptar comentarios y explicar las razones de sus decisiones) entienda que los jugadores deben ver cuando entran al rectàngulo que integran un equipo organizado; si no hay un base definido, que busque otras variantes y utilice a quienes estàn encargados de transportar el balòn a sus funciones naturales. Un caso es Juan: su ADN es buscar el espacio para mortificar las redes adversarias con sus triples, incluso el propio Matìas, quien posee un alto porcentaje de tiros cuando se recuesta en un compañero y busca tambièn el momento propicio para disparar a distancia. Quizàs en esos replanteos tàcticos pueda encontrarse quien realmente maneje el equipo desde la base, y no que ese puesto sea un aquelarre donde 5 jugadores manejan indiscriminadamente el balòn. El ejemplo contrastante fue Echague, quien al lastimarse su base titular a los pocos segundos de inciiado el cotejo ingresò su sustituto, un chico no mayor a los 16 años, y que flor de lìos hizo con su manejo criterioso. ¿No serà el momento de darle directamente esa responsabilidad a Adriàn, quien cuando està lùcido es un buen asistidor, y dejar que tanto Juan como Matìas sean variantes para hallar la puntuaciòn con los misiles de 3? ¿No serà quizàs una buena ocasiòn para darle tal responsabilidad a Cristian, quien en el ùltimo ascenso de Midland actuaba en esa posiciòn de entrada para despuès dejarle la posta a Santiago y asì hacer zafarranchos en las defensas rivales?
   Y en lo que respecta en lo colectivo, no pueden los muchachos darse el lujo de seguir regalando un tiempo completo para despuès remarla de atràs, 15 puntos abajo. Anoche, tras terminar los primeros 20 minutos 11 abajo (24-35), salieron dispuestos en pocos minutos a revertir la situaciòn, y lo lograron con un parcial de 15-4 en 4:20, ubicàndose 39 iguales, y otra vez (como otras veces recientes...) la sensaciòn de que se volvìa a la victoria. Pero ese trajìn desgastante no pudo ser mantenido por algunos instantes màs y la visita no se descontrolò, esperò pasara el temporal y nuevamente encarrilò su goleo para nunca màs sufrir sobresaltos, con una ràfaga de 12-5 cerrò el tercer cuarto 51/ 44 a su favor. Distancia engrosada por un desmoralizador 8-0 en el arranque del ùltimo parcial y tirar por la borda la esperanza de los 40 espectadores apostados por ver un triunfo local; con respecto a èsto, un dato elocuente: por las razones que sean, hubieron 50 personas menos que ante la UAI (calò hondo la paliza), y el clima bajado de la tribuna poco menos que desangelado. Ese còctel sumado a las defecciones del equipo hicieron ver un partido donde no extrañaba en lo màs mìnimo la superioridad colectiva del conjunto capitalino; y cuando la realidad indicaba una inexorable tercer caìda al hilo, las faltas fuertes innecesarias, las discusiones con el pùblico visitante, la irritaciòn con ciertos fallos arbitrales (no son mal intencionados, en todo caso, son malos) y la resignaciòn que tira cruelmente este septiembre: Midland es en estos momentos un equipo màs, que tendrà mucho por sudar si quiere ingresar entre los cuatro que iràn a la fase final por el ascenso a la C. Una competencia atroz, donde el propio Nèstor me manifestaba que jamàs habìa visto una D con tan buenos equipos, tan reñida.
   Y si, està difìcil la cosa, pero si hay que aferrarse a una esperanza, es saber que hay equipo, que no se puede estar mucho màs tiempo envueltos en nubles anìmicas y deportivas, que en algùn momento estos tipos coordinaràn sus esfuerzos y los triunfos regresaràn en cadena como hasta hace poco. Si duele comprobar que ya no se es como se era, queda el orgullo de recuperar ese sitial. Y depende de ellos mismos.

Midland: Juan Rosa (14), Adriàn Quiroga (4), Cristian Guerra (15), Martìn Revello (12), Nahuel Pèrez (0) (F.I.). Matìas Lòpez (3), Sergio Lòpez (0), Gustavo Viudez (14), Ivàn Ayala (0), Juan Briosso (1), Lucas Quiroga (0). DT: Patricio Caris

Parciales: 14-18, 24-35, 44-51, 63-79

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