Sin margen

20 de septiembre de 2012
   Si en un primer tiempo se pierden 20 balones, lo normal es que mires el tanteador desde abajo, muy abajo. Si esa cantidad al final del cotejo te marca un total de 31, bàsicamente no tenès excusa para explicar una paliza. Preocupa lo que se vio anoche dentro del rectàngulo ante Nàutico Buchardo en Nuñez, porque se jugò de un modo anormal, apenas los jueces dieron el pitazo para el salto inicial. Un tanteador que marca un 94-67 en contra de Midland puede dejar mil conjeturas, pero no voy a tirar sal sobre esta herida frondosa que hace sangrar al funebrero apenas iniciada la segunda rueda, y donde esta caìda durìsima nos deja (salvo que se den resultados hoy por hoy improbables) sin el plus de depender por sì mismos. Porque nos iguala con Buchardo, y si ambos equipos ganan igual cantidad de cotejos, quedamos en desventaja por  diferencia de gol.
   Antes de escribir pensè bastante como desarrollar el comentario, y optè por mirar hacia adelante y sacar ciertas conclusiones de lo que apreciè para poder aprovechar esta noche aciaga y ojalà, con frutos positivos en las pròximas tres semanas. Lamento si no hago un anàlisis del partido, quien lee èsto puede preguntarle a los jugadores o a los papàs de Juancito Briosso quienes dicen presente en cualquier punto del Gran Buenos Aires. Como sìntesis, digo que el partido finalizò cuando apenas habian pasado 7:07 minutos del primer cuarto y el tablero mostraba un 22-04 favorable al local. Obvio que miles de cotejos arrancaron asì, y terminaron dàndose vuelta, pero el lenguaje corporal que emanaba de nuestros jugadores era elocuente, y salvo uno (se lo dije personalmente, por eso no lo escribo acà), pareciò que el resto pisò el gimnasio con el pie izquierdo en sus emociones, y jamàs pudieron encauzarse, entregados al pesimismo colectivo de sentirse en este septiembre de mierda inferiores a todos. Desgraciadamente no me equivoquè, el equipo jamàs, pero jamàs funcionò como tal, fue un canto al desconcierto, sin respuestas anìmicas a nada, sin el empuje de rasparse para sentirse fortalecidos y entender que ante sì tenia un conjunto que apenas se lo apurara, podìa entrar en pànico (el reflejo de ello es que faltando 2:25 y estando Midland 20 abajo, el DT local pidiò minuto porque dos triples de Matìas Lòpez le insuflò temor en un cotejo ganado desde el primer minuto).
   Creo entender a los muchachos, y debe ser enloquecedor perder 20 pelotas en un solo tiempo, porque te predispone pèsimo hacia tu compañero, porque te tira la moral al suelo cuando sos vos quien la pierde irrisoriamente (balones directamente al paredòn, con el compañero màs cerca a 3 metros), porque te dan ganas de bajar la guardia cuando no solo estàs impedido de generar una sola jugada clara, sino que por no hacer marcajes fuertes y asfixiantes te metrallan a triples con tipos absolutamente libres para disparar. En ese combo fatal, te invade la impotencia y entonces crees que con la heroica levantàs algo que viene mal barajado, y lo ùnico resultante es porcentajes del 30% en tiros, muchos de ellos abajo del aro rival. Debe ser frustrante cuando el tècnico prueba y prueba con jugadores y sistemas, y es como si nada, porque los resultados son similares. Una tònica donde Midland perdiò los 4 cuartos, y donde alguno de los jugadores, con nùmeros excelentes, entiende que los mismos fueron màs por arrestos suyos que por la recompensa de una jugada en equipo. El conjunto de Libertad cayò por 27 puntos ante uno que con èsta trascendental victoria se mete en la pelea por un pasaje a la fase final, y queda aturdido con respecto a lo que viene. Y lo que viene es que ya no hay margen: hay que ganar en Talar, y buscar una heroica ante Echague o UAI; con ello, se puede aspirar a los objetivos primarios, siempre y cuando no haya un campanazo inesperado, no solo por Midland, sino por otro del pelotòn que logre alguna victoria inesperada y eso nos deje con la soga màs al cuello. 
   ¿Còmo puede darse ese giro de 180 grados? En mi opiniòn, siento que algunos jugadores deben volver a disfrutar de entrar a la cancha, y recordar que en ese disfrute han dado sus mejores performances. Dejar de lado las tensiones por tener que demostrar, y recordar que los talentos son  para compartir con los compañeros y no aislarse en arrestos individuales; en que este grupo va a festejar màs un doble con 6 o 7 pases previos que un triple lanzado al voleo. Y no va en desmedro de nadie; este grupo necesita urgente sacarse el pesimismo que lo embarga, aceptarse como un igual a los demàs, pero no menos que ninguno, porque tiene plantel para ganar y perder ("por nuestra forma de jugar, podemos perder con cualquiera, pero ganarle a todos", me dijo un referente cuando regresàbamos al oeste del conurbano), pero creo realmente que deberìa aprovechar lo que resta para recuperar el bàsquet que les vi desplegar, ese que cautivaba a los hinchas y llenaba la tribuna y levantaba el respeto de sus contrincantes. 
   Anoche se tocò fondo en el 2012; por calidades del rival no va a jugar nuevamente de este modo tan flojo; desde este mismo momento, cuando el plantel se juntò en el vestuario y en el que por una casualidad pude estar,notè que el sopapo recibido los despertò del letargo con el que se llegò a Nuñez, y los metiò en la realidad de que, o se deja este mal momento de lado y se mira hacia adelante sin reproches por un pasado reciente que rompe las pelotas, o se persiste en ello y dentro de 3 semanas todo habrà concluìdo mucho antes de lo previsto. Por lo visto y escuchado allì, se vienen buenos momentos.
   Pero para que esos buenos momentos florezcan, hay dos caminos donde elegir. Uno no lo voy a escribir, pero los presentes alli saben a lo que me refiero cuando menciono que saltando las cadenas con una reacciòn inentendible no se llega a ningùn lado y se tira por la borda la esencia funebrera de mantener el espìritu deportivo aùn cuando del otro lado parezca una cargada pedir ese minuto cuando todo estaba liquidado (fui testigo del pedido de disculpas del DT local a Pato). Prefiero, en cambio, esa imagen de Adriàn recuperando un balòn en su aro, y teniendo dos compañeros solos para asistirlos y convertir el doble que los acerque en el tanteador con mucho por jugar aùn, parar el juego porque un rival quedò en el piso, y con ello, ganarse el respeto del banco contrario. Eso es Midland, preservar el juego por sobre las represalias impotentes. Si la mente no se nubla como no se le nublò a Quiroga, aùn quedan muchìsimas chances de recuperar la autoestima con victorias dentro y fuera de casa. 
   El lunes viene Bomberos Matanza, ya fuera de todo. Y el mièrcoles El Talar, rival directìsimo en la lucha. Ya estamos en el baile, y habrà que bailar, aùn con la mas "fea".

Nàutico Buchardo: Mariano Lucangioli (9), Martìn Seldes (15), Pablo Gòmez (15), Federico Villa (12), Sebastiàn Rocca (22) (F.I.). Gustavo Trosman (0), Leandro Budna (11), Franco Petroni (3), Martìn Zlotnik (2). Total: 94 DT: Guillermo Mizrahi


Midland: Adriàn Quiroga (9), Cristian Guerra (16), Martìn Revello (12), Gustavo Viudez (17), Nahuel Perez (2) (F.I.). Ivan Ayala (0), Matìas Lòpez (6), Sergio Lopez (1), Kevin Pacheco (2), Juan Briosso (0) Matìas Tirelli (2). DT: Patricio Caris.

 Parciales: 26-16, 45-30, 64-46, 94-67






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