Ante la consulta que me hicieron mientras nos retiràbamos del gimnasio del GEI, respondì que la de anoche habia sido la mejor presentaciòn del año de Midland. "Para mi fue contra Claridad", me respondieron, y no coincidì, explicàndole que en Ciudadela fue el rival quien manejò los tiempos, siempre estuvo por delante en el tanteador y la remontada se debiò mas a impulsos anìmicos de los muchachos que a un trabajo previamente diseñado. Anoche, en Ituzaingò, Midland paseò su fortalecimiento colectivo desde el primer minuto, ante un contrincante muy duro, con jugadores experimentadìsimos, con un buen diseño de juego pergeñado desde la banca. Aùn asì, el Funebrero dejò bien sentado en territorio enemigo su categorìa, su plantel largo (permite suplir actualidades flojas de jugadores talentosos) y su equilibrio emocional (en otro momento, algùn integrante de este plantel se habrìa ido expulsado cuando lo quisieron apurar con humos tribuneros). Esto, sumado a contar con un jugador de otro nivel permitiò derrumbar la fortaleza rival, ganar 77-66 y tirarle una señal de alerta a Palomar sobre la discusiòn por el 1 de la zona ("yo quiero terminar primero, no solo clasificar" me dijo Pato).
Terminò la primera fase, con un 6-1, esperar una doble jornada decisiva (en caso de obtener triunfos ante Los Indios-quien no conoce la victoria- y Claridad en casa, ya pràcticamente se asegura el pase y la tranquilidad de ir experimentando en los desvelos del entrenador. Es plenamente consciente de la acefalìa de un base natural, pero en esa bùsqueda se ven cosas interesantes; para mi, apostar a la dupla Quiroga -Portillo es solo beneficios, porque de Leandro es redundante mencionar su talento (anoche se cargò el cotejo, bajò 9 rebotes en su aro ante rivales con mayor talla y a la vez, asistiò y coronò su gran noche con 3 triples demoledores), pero su presencia potencia mucho a Chocho, es definitivamente otro jugador a su lado, y eso permite mostrar un Midland que determina las reglas del juego en las canchas. Eso, mas la seriedad impuesta por los hermanos Piquin (Federico terminarà siendo un lìder en las instancias decisivas y Sergio propone una velocidad no solo en lo fìsico sino en lo mental) màs el presente desequilibrante de Adriàn Carmagnola transforman a este equipo en temible. Y con ansias de revancha, porque todo el conjunto incluido el entrenador saben que aquella noche en Palomar fue una actuaciòn falsa, a mucha distancia de lo presenciado anoche; todos van entendiendo las diferencias abismales entre este plantel y el del 2012, asì que en agosto no queda un conjunto acèfalo de su jugador distinto, sino un equipo intacto, con hambre de protagonismo. Insisto, a los cinco que mencionè se suman otros que estàn acostumbrados a pelear por cosas mayores, y hablamos de muchachos jòvenes, que se enojan cuando juegan poco, ponen cara de pocos amigos en la banca, pero no en tono desetabilizador, sino desde las ganas de aportar su granito de arena para seguir amasando victorias y trasladar su aureola de gran equipo a los rivales. Vencer como se venciò a ese muy buen GEI pone sobre la mesa una chapa distinta.
Los hinchas locales desembocaron su frustraciòn en endilgarle a Leandro su verba con los jueces y manejarle el cotejo ("dale el pìto y listo", le gritaban al verborràgico àrbitro principal, quien tambièn estuvo prsente en la ùnica noche de derrota), y resignarse a una nueva demostraciòn magistral de Carmagnola, una bestia saltando, fajarse con jugadores mucho mas grandotes y metiendo puntos maximizando cada tiro (9 de 10 en dobles); mientras los entrenadores rivales planifican como neutralizar a Portillo, les aparece de la nada el 7 bravo, pintàndoles la cara. Ahora viene para Adriàn el momento de ratificar la gran primera rueda, con los demàs equipos sabiendo de su categorìa y a la vez, canalizar mejor las inmensas ganas que lo llevan a su talòn de Aquiles: cargarse ràpidamente de faltas. Nuevamente tuvo que quedarse cuarto y medio afuera, disimulado por la noche tremenda de Leandro y el sòlido acompañamiento de todos, pero reitero, en otra ocasiòn puede pagarse carìsimo.
Con respecto al trabajo sòlido del resto, empieza a verse bastante rol. En el regreso a Libertad, se coincidiò que el trabajo de Nahuel fue determinante; hasta ese momento el pivot de ellos se divirtiò metiendo puntos e ingresando varias veces por el aro. Nahuel lo neutralizò, no le dejò meter puntos, lo cansò fisìcamente y obligò al tècnico local mandarlo a la banca. Cuando regresò, metiò otros 7 puntos, pero ya estaba todo cocinado y el triunfo era inamovible hacia Libertad. En las sensaciones de Pato, Nahuel Pèrez fue el jugador clave del cotejo.
Fue un cotejo que arrancò muy parejo, por solvencia de ambas partes; si la balanza se fue inclinando hacia Midland fue a travès de dos bombas externas de Sergio Piquin y Cristian Bernardo que llevò las distancias a 6, una enormidad ante tanta paridad presenciada hasta entonces. Y con esa ventaja, arrancar un tercer parcial con Portillo en versiòn deluxe, licuar la cabeza rival y escaparse en el tanteador a 16, encima con otra bomba de Piquin sobre la chicharra misma de finalizaciòn. Fue un mazazo de nocaut anìmico. El ùltimo cuarto estuvo de màs.
Por la dimensiòn del cotejo, donde se jugaba y ante quien se jugaba, fue la mejor producciòn del torneo, al menos hasta ahora. Desplegò un juego de conjunto vistoso; es verdad, con las falencias de pèrdidas de balones aùn alta (21), pero donde se vislumbran virtudes colectivas. Nuevamente, tras algunos cotejos, hay altura respetable, mucho despliegue fìsico, mucha concentraciòn en la marca, y el plus del jugador franquicia del club. Bastante para aspirar a ese 1 que todos ellos quieren.
