Por razones personales, no pude esta semana acompañar al equipo en la doble excursiòn que tenìa por delante, luego de las controversias surgidas tras la polèmica decisiòn adoptada ante Varela Juniors. Con la firme decisiòn de echar por tierra con esos resquemores, Midland se acordò de jugar en equipo, de confiar en sus reales posibilidades, y transmitiò tanto en Colegiales (victoria por 15) como en Vicente Lòpez (victoria por 17) el aura de su candidatura. Y asì, pràcticamente queda sellada su clasificaciòn dentro de los dos primeros lugares a falta de tres jornadas, donde recibe a Universidad de La Matanza, visita a Ciudad de Buenos Aires y finaliza ante El Palomar. Para perder ese segundo lugar, debiera caer en los tres partidos, o resignar dos, entre ellos Ciudad y que los capitalinos ganen los tres. Màs allà de los nùmeros, lo importante es que en este tramo decisivo, Midland depende pura y exclusivamente de si mismo, lo que genera una tranquilidad enorme en el seno grupal (anoche los festejos entre ellos era elocuencia de que se pasò una etapa de tres juegos que a priori amenzaban con nublar todo el horizonte, y ahora se espera la revancha con Matanza mas relajados. Vencerlos por 27 es una utopìa, por eso los jugadores estàn compenetrados en principio ganar y tirarle la presiòn a los universitarios por el 1, aunque asoma complicado ello.
El lunes, ante Colegiales, el funebrero enfrentò a un rival ràpido, con marcas personales en toda la cancha, pero con un dèficit que terminò capitalizando muy bien el equipo de Pato: ninguno de ellos superaba el metro ochenta de altura, por lo que el trabajo de Agustìn Di Domènico fue fundamental para cargàrselos al hombro, aprovechar su mayor centimetraje y portento fìsico, por lo que eso, sumado al goleo de Sergio Piquìn, aniquilaron al rival, y dieron el primer paso de una semana trascendental.
Anoche, el rival era Banco Provincia, con todo lo que significaba visitar a quien en Libertad jugò definitivamente su mejor cotejo del año (al final, solo ganaron 3 cotejos, se pincharon desde ese partido y ahora luchan por quedar entre los cuatro, aunque la tienen complicada, ya que cierran ante Matanza en su casa) y le dio un baile a los muchachos de Midland. Y esta vez le devolvieron gentilezas, con un Adamoli en llamas, que la descosiò, perfectamente acompañado por un equipo que se acordò de jugar como tal, desarmando la zona personal impuesta por el Dt local (enloqueciò en el ùltimo cuarto ante el contrarresto de Midland a es amarca, con una personal que lo dejò sin respuestas a Banco Provincia, y a falta de 5 minutos lo expulsaron, ademàs de recibir el equipo tres tècnicas, lo que derivò en el derrumbe y posterior floreo funebrero) y una muy buena marca de Nahuel Pèrez sobre el pivot que acà la descosiò, limitàndolo y ni por asomo dejar que repita lo hecho una rueda atràs. Y cuando ellos decidieron quemar las naves con una zona 1 y cuadrado, para poder frenar la noche inspirada de Hernàn, cometieron el error de mandar al màs flojito contra Adriàn Quiroga, quien apareciò en el momento justo, con anotaciones vitales, volcando definitivamente la balanza para su equipo.
Asì, Midland cerrò una semana perfecta desde los nùmeros, y sobre todo, desde lo colectivo, porque plasmaron dos buenas actuaciones, claras, y ahora miran de nuevo el porvenir con optimismo, sabiendo que no hay margen de pasos en falsos, pero con la tranquilidad de haber recuperado la memoria grupal. Quien tuvo que jugar de rol (caso Cristian Guerra, por citar un ejemplo), lo hizo, quien tuvo que anular a la pesadilla rival (Nahuel), lo hizo, y el resto acompañò al momento excepcional del base Adamoli para asi entonces, saldar deudas con ellos mismos y contra los dolores de una decisiòn que aùn sigue doliendo en muchos del club, pero bueno, ya està, y asì como es discutible lo de la semana pasada, es para alabar lo de esta, donde nuevamente Midland surge desde los polvos, se los sacude, y vuelve a generar respeto en el lugar donde no debe perderlo jamàs, que es en el rectàngulo.
El lunes se sumò Federico Piquìn, aunque no pudo ingresar porque no se llevò su carnet, al igual que Adriàn Carmagnola, quien tiene una lucha interna entre sus deseos de entrar en ritmo de competencia, y los temores de resentirse de una lesiòn. Sus propios compañeros al traerse esta semana triunfos de terruños ajenos, sostienen que hay margen ahora para que su recuperaciòn sea plena mirando definitivamente los play offs, incluso el decisivo, el de cuartos de final, el que màs importa, porque es el que decide el ascenso. En el camino puede suceder cualquier cosa, pero si todo transcurriese dentro de las lògicas, Midland enfrentarìa hoy en octavos de final a All Boys de Saavedra o Uniòn Florida, y de pasar esa fase, el temible cuartos de final, con pasaporte a la pròxima divisional serìa con ventaja de localìa ante Vèlez Sarsfield (el màs probable) o Gimansia y Esgrima de Ituzaingò. Falta mucho, pero no està mal ir viendo la otra zona, porque el pasaporte a la felicidad viene venciendo a los de la otra llave.
Sin perder el horizonte de que restan tres jornadas, Midland depende de si mismo. Y sabiendo como estaban las cosas despuès de la caìda en Lanùs, es una noticia excelente.
El lunes, ante Colegiales, el funebrero enfrentò a un rival ràpido, con marcas personales en toda la cancha, pero con un dèficit que terminò capitalizando muy bien el equipo de Pato: ninguno de ellos superaba el metro ochenta de altura, por lo que el trabajo de Agustìn Di Domènico fue fundamental para cargàrselos al hombro, aprovechar su mayor centimetraje y portento fìsico, por lo que eso, sumado al goleo de Sergio Piquìn, aniquilaron al rival, y dieron el primer paso de una semana trascendental.
Anoche, el rival era Banco Provincia, con todo lo que significaba visitar a quien en Libertad jugò definitivamente su mejor cotejo del año (al final, solo ganaron 3 cotejos, se pincharon desde ese partido y ahora luchan por quedar entre los cuatro, aunque la tienen complicada, ya que cierran ante Matanza en su casa) y le dio un baile a los muchachos de Midland. Y esta vez le devolvieron gentilezas, con un Adamoli en llamas, que la descosiò, perfectamente acompañado por un equipo que se acordò de jugar como tal, desarmando la zona personal impuesta por el Dt local (enloqueciò en el ùltimo cuarto ante el contrarresto de Midland a es amarca, con una personal que lo dejò sin respuestas a Banco Provincia, y a falta de 5 minutos lo expulsaron, ademàs de recibir el equipo tres tècnicas, lo que derivò en el derrumbe y posterior floreo funebrero) y una muy buena marca de Nahuel Pèrez sobre el pivot que acà la descosiò, limitàndolo y ni por asomo dejar que repita lo hecho una rueda atràs. Y cuando ellos decidieron quemar las naves con una zona 1 y cuadrado, para poder frenar la noche inspirada de Hernàn, cometieron el error de mandar al màs flojito contra Adriàn Quiroga, quien apareciò en el momento justo, con anotaciones vitales, volcando definitivamente la balanza para su equipo.
Asì, Midland cerrò una semana perfecta desde los nùmeros, y sobre todo, desde lo colectivo, porque plasmaron dos buenas actuaciones, claras, y ahora miran de nuevo el porvenir con optimismo, sabiendo que no hay margen de pasos en falsos, pero con la tranquilidad de haber recuperado la memoria grupal. Quien tuvo que jugar de rol (caso Cristian Guerra, por citar un ejemplo), lo hizo, quien tuvo que anular a la pesadilla rival (Nahuel), lo hizo, y el resto acompañò al momento excepcional del base Adamoli para asi entonces, saldar deudas con ellos mismos y contra los dolores de una decisiòn que aùn sigue doliendo en muchos del club, pero bueno, ya està, y asì como es discutible lo de la semana pasada, es para alabar lo de esta, donde nuevamente Midland surge desde los polvos, se los sacude, y vuelve a generar respeto en el lugar donde no debe perderlo jamàs, que es en el rectàngulo.
El lunes se sumò Federico Piquìn, aunque no pudo ingresar porque no se llevò su carnet, al igual que Adriàn Carmagnola, quien tiene una lucha interna entre sus deseos de entrar en ritmo de competencia, y los temores de resentirse de una lesiòn. Sus propios compañeros al traerse esta semana triunfos de terruños ajenos, sostienen que hay margen ahora para que su recuperaciòn sea plena mirando definitivamente los play offs, incluso el decisivo, el de cuartos de final, el que màs importa, porque es el que decide el ascenso. En el camino puede suceder cualquier cosa, pero si todo transcurriese dentro de las lògicas, Midland enfrentarìa hoy en octavos de final a All Boys de Saavedra o Uniòn Florida, y de pasar esa fase, el temible cuartos de final, con pasaporte a la pròxima divisional serìa con ventaja de localìa ante Vèlez Sarsfield (el màs probable) o Gimansia y Esgrima de Ituzaingò. Falta mucho, pero no està mal ir viendo la otra zona, porque el pasaporte a la felicidad viene venciendo a los de la otra llave.
Sin perder el horizonte de que restan tres jornadas, Midland depende de si mismo. Y sabiendo como estaban las cosas despuès de la caìda en Lanùs, es una noticia excelente.
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