En este momento, antes de cualquier anàlisis sobre lo que sucediò anoche, prima lo importante: el lunes hay que ir en masa a Ituzaingò, y alentar a este grupo, darle fuerzas y demostrarle que aùn se puede y que el mièrcoles quieren verlos nuevamente en Libertad para seguir sustentando el sueño del ascenso. Y mostrar desde los hechos y no solo en palabras el amor por al camiseta, porque està buenìsimo ver el gimnasio colmado como estaba anoche y las banderas, los bombos y la mar en coche. Ahora, quisiera ver todo eso en la amplia cancha del rival, una cancha cerca de la nuestra y donde llegar hasta allì no insume mas de media hora de viaje. A este equipo lo segui todo el año, salvo algunas contadas ocasiones donde no pude decir presente por razones personales. Por traer un caso, la noche que coparon Florencio Varela, no podìa viajar con ellos porque debia hacer un tràmite en Saavedra por la tarde, asì que salì desde Libertad a las 5 de la tarde y luego de una escalada importante de colectivos, subtes y trenes, a las 21.30 estaba viendo a estos muchachos en el recontra sur del gran Buenos Aires. No declamo mi afinidad por este equipo, y no uso este espacio para gritar a los cuatro vientos que soy funebrero hasta la muerte y que "si jugases en el cielo morirìa por verte" (de hecho, ni siquiera soy socio); pero los seguì a todos lados, los vi ganar en canchas jodidas y perder feo en otras, por eso me tomo el atrevimiento de decir que las pasiones y los amores se demuestran, no se dicen por las redes sociales. Desde ese lugar es que reitero: las 200 personas que anoche alentaron y sufrieron viendo a un Midland superado en todos los aspectos contra el Gei (un equipo trabajado en extremo, y que dio por momentos una paliza tàctica al funebrero), deben estar presentes el lunes allà, y festejar con estos jugadores si logran que la serie retorne a casa, o despedirlos con un fuerte aplauso, dàndole ànimos para la ùltima posibilidad de ascenso (contra el perdedor de Talleres de Remedios de Escalada o Telèfonos). Quisiera ver en todo caso a la gente del bàsquet, la que no insulta al rival, la que se dedica a alentar a los suyos, la que entiende de esto, un deporte donde prima la caballerosidad deportiva y el respeto al que està enfrente. La que si no sabe de que se trata esto, guarda un respetuoso silencio y pregunta, no insulta por insultar.
Esa gente, la que le da vida a esta disciplina en un club que quiero y respeto, la quiero ver en Ituzaingò el lunes, esperando por emparejar una parada complicada en extremo, porque Gei se preparò exclusivamente para estas instancias, vino todo el año corriendo de atràs y lo muestra en tres partidos de definiciòn directa invicto, dos de ellos fuera de su casa. El otro caso emblemàtico es Uniòn Florida, por quien nadie daba dos mangos, y no solo se comiò al cuco Matanza, sino que anoche ganò de visitante en Ciudad de visitante y està a un solo juego de ascender, una quimera siquiera pensarlo un mes atràs cuando penosamente finalizò en la ùltima colocaciòn de su grupo.
Midland anoche defeccionò en algunas cuestiones, pero fue mas por el gran trabajo de su rival que por limitaciones propias. No se puede hablar de limitaciones en un plantel de jerarquia como el que presenta el Funebrero; es verdad que no hallò respuestas inmediatas a la telaraña impuesta por su rival ("mano a mano, Midland es mucho màs, pero Gei cuenta con una ventaja que puede ser decisiva: tiene en la banca un entrenador de experiencia", me dijo hace una semana alguien que sabe demasiado de esto y anoche no pude mas que darle nuevamente la razòn). No habla mal de nadie esto, sino es elogio exclusivo al coach visitante. En el choque decisivo ante San Fernando vino temprano con su asistente, se sentò en un rincòn, y durante toda la noche tomò apuntes de lo que estaba viendo. Y seguro anotò que Midland es amo de los rebotes cuando del lado de enfrente no hay torres, pero que se le complica mucho cuando debe afrontar el partido con gente alta y numerosa del otro lado. Y habrà anotado que el jugador mas desequilibrante, Adriàn Carmagnola, siempre va a recibir a dos metros del aro de espaldas, se llevarà la marca y cuando se acerque al mismo, usarà su gran elasticidad para darse vuelta y convertir. Entonces, bien scouteados no solo de enfrentarlos sino de verlos en el ùltimo cotejo, puso en cancha un diseño que significò un dilema sin resolver para los muchachos, y ante ello, optò por cortar y buscar de afuera,sin resultados visibles en cuanto a eficacia. Y con esa gente alta instalando el juego solamente bajo los tableros, de un lado y otro, y en ambos siendo dueños absolutos de los mismos. Llegò un momento que la visita tenìa una segunda y hasta una tercera opciòn de tiro, sin que Midland pudiese oponerse a que ellos agarrasen el balòn sin marcas fuertes para convertir, alejàndose en el marcador y nunca peligrar siquiera la victoria. ("ellos metieron 44 puntos, sin un solo triple!!!", me decìa en el entretiempo un ex jugador que anoche quiso decir presente. A propòsito: ver sentados en las gradas a Leonardo Gutierrez, Diego Molina y Santiago Juarez, entre otros, daba cierta nostalgia y ciertos replanteos). Fue asi nomàs, ellos se divirtieron bajo los aros, y establecieron una ventaja que fue decisiva, porque Midland ganò el tercer y cuarto parcial, pero ambos fueron por la mìnima, entonces quedò esa sensaciòn de un rival donde jamàs vio peligrada su situaciòn, salvo esa ocasiòn donde se pusieron diez abajo, con mucho por jugar aùn, con un Gei que empezò a perder balones y donde podìa soñarse con una remontada heroica. Pero el rival sabìa que eso podìa suceder, porque si algo distingue al Fune es su garra y no entregar el partido de antemano; por eso, ya sabìan como afrontar ese posible escenario, y tuvieron en cancha a un jugador determinante para meter puntos en instancias asì, donde si la mano empezaba a fallar, se iban a hundir peligrosamente en un fango candente donde Midland sabe jugar muy bien. Por eso, este jugador se encargò de convertir dobles demoledores al corazòn local, y le cortò abruptamente las alas para soñar. Los tiros desesperados desde cualquier lado, sin direcciòn, fueron el reflejo de ello.
Otro punto a favor del visitante con relaciòn a aquellos cotejos de principios de año: en el primer cruce, en Ituzaingò, Nahuel Perez fue decisivo anulando al pivot que hasta ese momento la estaba descosiendo. Con su ingreso, lo limitò, y el equipo pudo desplegarse en ataque y terminò gestando una de sus mejores victorias. Pero ya pasaron mas de 7 meses, y mientras este pivot siguiò fajàndose y adquiriendo experiencia ante rivales de todas las zonas, Nahuel no pudo tener un año con continuidad, y en este enfrentamiento, se notò el distinto roce, siendo el jugador de ellos el segundo goleador del partido, cargando de faltas a todo rival que se le puso adelante. Y castigò mucho desde la lìnea de libres, 15 de 16. En ese rubro estuvo tambièn una clave de la derrota: mientras Midland convirtiò 12, ellos encestaron 31. Tal distancia fue letal.
El primer tiempo lo compartì con Carlos Bruschi, quien viene de depositar a Unitarios de Marcos Paz en una instancia donde jamàs habìa llegado, y estuvo a un solo cruce de poder luchar por ascender a la B. El mismo Carlitos comentaba mientras miraba el partido, que por momentos Midland no supo desentrañar la maraña impuesta por Gei hacia Carmagnola, pero que en definitiva, era la ùnica soluciòn para obligar al rival a cambiar de sistema y asi entonces abrir esa zona cerrada y permitir las penetraciones de otros jugadores (caso Sergio Piquin o Hernan Adamoli); y que debiò buscàrselo mas aùn con el riesgo que ello implicaba, pero con la confianza que Adriàn se tiene para encarar, podrà perder una o dos, pero en su insistencia iba a ganar màs (de hecho, aùn con esa zona cerrada, metiò 16). No se pudo hacer, como tampoco pudo Hernàn penetrar con claridad, y la mayorìa de sus puntos fueron con tiros de media y larga distancia. Y entonces asì, el local se entregò sin ànimo de querer hacerlo a un contrincante que le tomò la mano desde antes del pitazo inicial, y dejò reflejado por largos pasajes tanta superioridad, que el pùblico no hallò nunca un motivo para recriminar a los jueces, porque todos (los que saben y los que no), veìan reflejado allì una superioridad colectiva evidente e incuestionable.
A favor cuenta que el segundo tiempo fue parejo, y desde allì, es donde Juan y sus muchachos deben enfocarse. No dejarse primerear como anoche, no dejar que el rival saque guarismos indescontables y desde el golpe a golpe, llevar el cotejo a un final cerrado, donde pueda imponer su experiencia en cierres dramàticos. Una especie de guerra de guerrillas, con varios partidos en uno, dispuestos a fajarse con gente mas alta, hallando alternativas a las que impondrà el entrenador visitante, aunque en su cancha, notoriamente mas alta, seguro ya sabrà como enfrentar a un equipo veloz, ràpido en sus traslados y predispuesto a lanzar de afuera.
Mucho por diseñar, con poco tiempo. Pero una vez màs reitero: este Midland tiene las herramientas para traer de nuevo la serie a Libertad. Depende de ellos, de sacar ese plus de jerarquìa ante un rival muy bueno. Y como escribì al principio, acompañado por toda ese gente que estuvo anoche y que tiene ante si una inmesa oportunidad de demostrar su amor por esta camiseta sentado en las tribunas.
Esa gente, la que le da vida a esta disciplina en un club que quiero y respeto, la quiero ver en Ituzaingò el lunes, esperando por emparejar una parada complicada en extremo, porque Gei se preparò exclusivamente para estas instancias, vino todo el año corriendo de atràs y lo muestra en tres partidos de definiciòn directa invicto, dos de ellos fuera de su casa. El otro caso emblemàtico es Uniòn Florida, por quien nadie daba dos mangos, y no solo se comiò al cuco Matanza, sino que anoche ganò de visitante en Ciudad de visitante y està a un solo juego de ascender, una quimera siquiera pensarlo un mes atràs cuando penosamente finalizò en la ùltima colocaciòn de su grupo.
Midland anoche defeccionò en algunas cuestiones, pero fue mas por el gran trabajo de su rival que por limitaciones propias. No se puede hablar de limitaciones en un plantel de jerarquia como el que presenta el Funebrero; es verdad que no hallò respuestas inmediatas a la telaraña impuesta por su rival ("mano a mano, Midland es mucho màs, pero Gei cuenta con una ventaja que puede ser decisiva: tiene en la banca un entrenador de experiencia", me dijo hace una semana alguien que sabe demasiado de esto y anoche no pude mas que darle nuevamente la razòn). No habla mal de nadie esto, sino es elogio exclusivo al coach visitante. En el choque decisivo ante San Fernando vino temprano con su asistente, se sentò en un rincòn, y durante toda la noche tomò apuntes de lo que estaba viendo. Y seguro anotò que Midland es amo de los rebotes cuando del lado de enfrente no hay torres, pero que se le complica mucho cuando debe afrontar el partido con gente alta y numerosa del otro lado. Y habrà anotado que el jugador mas desequilibrante, Adriàn Carmagnola, siempre va a recibir a dos metros del aro de espaldas, se llevarà la marca y cuando se acerque al mismo, usarà su gran elasticidad para darse vuelta y convertir. Entonces, bien scouteados no solo de enfrentarlos sino de verlos en el ùltimo cotejo, puso en cancha un diseño que significò un dilema sin resolver para los muchachos, y ante ello, optò por cortar y buscar de afuera,sin resultados visibles en cuanto a eficacia. Y con esa gente alta instalando el juego solamente bajo los tableros, de un lado y otro, y en ambos siendo dueños absolutos de los mismos. Llegò un momento que la visita tenìa una segunda y hasta una tercera opciòn de tiro, sin que Midland pudiese oponerse a que ellos agarrasen el balòn sin marcas fuertes para convertir, alejàndose en el marcador y nunca peligrar siquiera la victoria. ("ellos metieron 44 puntos, sin un solo triple!!!", me decìa en el entretiempo un ex jugador que anoche quiso decir presente. A propòsito: ver sentados en las gradas a Leonardo Gutierrez, Diego Molina y Santiago Juarez, entre otros, daba cierta nostalgia y ciertos replanteos). Fue asi nomàs, ellos se divirtieron bajo los aros, y establecieron una ventaja que fue decisiva, porque Midland ganò el tercer y cuarto parcial, pero ambos fueron por la mìnima, entonces quedò esa sensaciòn de un rival donde jamàs vio peligrada su situaciòn, salvo esa ocasiòn donde se pusieron diez abajo, con mucho por jugar aùn, con un Gei que empezò a perder balones y donde podìa soñarse con una remontada heroica. Pero el rival sabìa que eso podìa suceder, porque si algo distingue al Fune es su garra y no entregar el partido de antemano; por eso, ya sabìan como afrontar ese posible escenario, y tuvieron en cancha a un jugador determinante para meter puntos en instancias asì, donde si la mano empezaba a fallar, se iban a hundir peligrosamente en un fango candente donde Midland sabe jugar muy bien. Por eso, este jugador se encargò de convertir dobles demoledores al corazòn local, y le cortò abruptamente las alas para soñar. Los tiros desesperados desde cualquier lado, sin direcciòn, fueron el reflejo de ello.
Otro punto a favor del visitante con relaciòn a aquellos cotejos de principios de año: en el primer cruce, en Ituzaingò, Nahuel Perez fue decisivo anulando al pivot que hasta ese momento la estaba descosiendo. Con su ingreso, lo limitò, y el equipo pudo desplegarse en ataque y terminò gestando una de sus mejores victorias. Pero ya pasaron mas de 7 meses, y mientras este pivot siguiò fajàndose y adquiriendo experiencia ante rivales de todas las zonas, Nahuel no pudo tener un año con continuidad, y en este enfrentamiento, se notò el distinto roce, siendo el jugador de ellos el segundo goleador del partido, cargando de faltas a todo rival que se le puso adelante. Y castigò mucho desde la lìnea de libres, 15 de 16. En ese rubro estuvo tambièn una clave de la derrota: mientras Midland convirtiò 12, ellos encestaron 31. Tal distancia fue letal.
El primer tiempo lo compartì con Carlos Bruschi, quien viene de depositar a Unitarios de Marcos Paz en una instancia donde jamàs habìa llegado, y estuvo a un solo cruce de poder luchar por ascender a la B. El mismo Carlitos comentaba mientras miraba el partido, que por momentos Midland no supo desentrañar la maraña impuesta por Gei hacia Carmagnola, pero que en definitiva, era la ùnica soluciòn para obligar al rival a cambiar de sistema y asi entonces abrir esa zona cerrada y permitir las penetraciones de otros jugadores (caso Sergio Piquin o Hernan Adamoli); y que debiò buscàrselo mas aùn con el riesgo que ello implicaba, pero con la confianza que Adriàn se tiene para encarar, podrà perder una o dos, pero en su insistencia iba a ganar màs (de hecho, aùn con esa zona cerrada, metiò 16). No se pudo hacer, como tampoco pudo Hernàn penetrar con claridad, y la mayorìa de sus puntos fueron con tiros de media y larga distancia. Y entonces asì, el local se entregò sin ànimo de querer hacerlo a un contrincante que le tomò la mano desde antes del pitazo inicial, y dejò reflejado por largos pasajes tanta superioridad, que el pùblico no hallò nunca un motivo para recriminar a los jueces, porque todos (los que saben y los que no), veìan reflejado allì una superioridad colectiva evidente e incuestionable.
A favor cuenta que el segundo tiempo fue parejo, y desde allì, es donde Juan y sus muchachos deben enfocarse. No dejarse primerear como anoche, no dejar que el rival saque guarismos indescontables y desde el golpe a golpe, llevar el cotejo a un final cerrado, donde pueda imponer su experiencia en cierres dramàticos. Una especie de guerra de guerrillas, con varios partidos en uno, dispuestos a fajarse con gente mas alta, hallando alternativas a las que impondrà el entrenador visitante, aunque en su cancha, notoriamente mas alta, seguro ya sabrà como enfrentar a un equipo veloz, ràpido en sus traslados y predispuesto a lanzar de afuera.
Mucho por diseñar, con poco tiempo. Pero una vez màs reitero: este Midland tiene las herramientas para traer de nuevo la serie a Libertad. Depende de ellos, de sacar ese plus de jerarquìa ante un rival muy bueno. Y como escribì al principio, acompañado por toda ese gente que estuvo anoche y que tiene ante si una inmesa oportunidad de demostrar su amor por esta camiseta sentado en las tribunas.
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