"Mirà, cuando le ganamos en su cancha, me llamò la atenciòn el modo lento de trasladar el balòn que tenìan; pensè que podrìan estar cansados o una mala noche, por eso cuando jugaron contra Banco Provincia los fui a ver, para corroborarlo. Cuando vi que tenìan los dos el mismo ritmo, supe que la revancha tenìa que volver a jugarla asì, corriendo toda la cancha y circulando ràpidamente el balòn. Les dije a mis jugadores que si hacìan eso, les ganàbamos de nuevo." Esteban Nepomnaschy, entrenador de UAI Urquiza, siempre tuvo en claro que Midland era uno de los rivales directos en busca del pase a la fase final para ascender a la C, por eso no se durmiò en los laureles cuando ganò ampliamente en Libertad, asestàndole al Funebrero un mazazo al que le cuesta aùn salir, sino que decidiò comprobar con sus propios ojos el sistema de juego implementado por Patricio Caris, y una vez que notò distancias grandes en velocidad y funcionamiento entre ambos conjuntos, tuvo la tranquilidad de sentir que Midland podrà obtener un pasaje a la categorìa inmediata, pero debajo de su muy buen equipo, con valores en un nivel superlativo, aunque con ciertos reparos que me voy a tomar la atribuciòn de mencionar mas abajo.
Midland hizo lo que pudo, hasta que claudicò al juego implementado con soberbia por su rival, y cayò finalmente 71-47, una distancia sideral que marca perfectamente lo que sucediò en el rectàngulo: ganò quien hoy es mejor, quien tiene muy bien amalgamado el quinteto que entra a la cancha; sea el jugador que sea, rara vez su nivel decae, y con una banca larguìsima, mas allà de ciertas ausencias por lesiòn, supo armar un conjunto que para este funebrero, es su horma en el zapato. Y no hay que hacerse mala sangre por ello, no tiene ninguna invalidez aceptar que son mejores, quedando en claro luego de algunos minutos parejos donde la visita administrò bien el balòn, se adueñò de los rebotes en ambos tableros, y permitiò un bajo goleo en el local. Con un quinteto integrado por Adriàn Quiroga, Cristian Guerra, Martìn Revello, Gustavo Viudez y Nahuel Pèrez (bàsicamente, toda la carne al asador), arrancò con la ilusiòn de que la historia fuese completamente distinta a la de una rueda atràs, incluso con el 4-3 donde Midland estuvo al frente, cuando a partir de allì UAI metiò una ràfaga de 8-0 para jamàs volver a estar los guarismos parejos.
El primer cuarto concluyò 17-8, con el karma funebrero de perder 7 balones (18 en todo el partido), sumado a una defensa muy fuerte del local, con dos postes de gran altura (Juan Manuel Fabiano y Facundo Minervini) aguantando los arrestos de la visita por ingresar a la llave, y una marcaciòn asfixiante de su media cancha (Ariel Còrdoba-Santiago Malincovich), dejando a Emiliano Galasso para hacer desastres con sus triples y pnetraciones a la llave visitante. Asì pues, cuando en el segundo cuarto, el tanteador reflejaba un 22-13, este alero tenìa en su alforja personal 12 puntos, quedando en evidencia ser el jugador desequilibrante del encuentro, cuando el mismo aùn era tal. Midland, por contrapartida, tenìa cerrado el aro contrario, y como pocas veces en el año, solo pudo anotar 18 unidades en el primer tiempo, abajo tambièn por la misma cantidad, avizorando una segunda mitad delicada si no se ajustaban ciertos detalles. En esos primeros 20 minutos, preocupò que una vez alejado el local, algunos jugadores de Midland mostraran una mecha corta a la hora de reaccionar (posiblemente potenciado por un par de impresentables que gritan y exasperan el clima sin necesidad, mostrando una absoluta falta de conocimiento en este deporte, completamente a contramano de ese gran equipo que la instituciòn supo armar), mostrando su lado de ofuscaciòn y dàndole al contrario la llave para terminar de desarmar al buen equipo del oeste. Porque en la previa, se sabìa que una derrota estaba en los càlculos previsibles, por eso mismo no tiene sentido cometer faltas fuertes arriesgàndose a expulsiones que los dejen afuera de los cotejos trascendentales que aùn restan por jugar; es entendible la bronca interna al notar ciertas sobradas del otro lado ("ya iràn a alguna cancha donde los van a fajar en serio", me decìa un referente), pero este plantel està integrado por jugadores experimentados que han pasado muchìsimas màs batallas que su rival, por lo que desde afuera no se entendiò alguna falta antideportiva.
El tercer cuarto fue la culminaciòn del encuentro; allì los de Villa Lynch se movieron a su antojo, endosaron una ventaja que oscilò en los 30 puntos, dejò fenecido cualquier atisbo de reacciòn visitante con un demoledor parcial a los pocos minutos de 14-2, y plasmò sobre la cancha por anticipado la quinta derrota en diez fechas para quien ahora debe ganar sì o sì ante Talar, porque una caìda lo deja afuera de la conversaciòn seria. Tal distancia distendiò al local, principalmente a su banca, quienes en algunos casos se dedicaron a cargar a la visita con algunas descalificaciones, hasta cuando restaban poco màs de 3 minutos, una cargada de Luis Cuevas, ausente por lesiòn en una de sus manos, sacò de quicio a Gustavo Viudez, por lo que el partido tuvo que parar unos instantes hasta que todo volviese a la normalidad. Finalizado el match, hablè con alguien de UAI, dicièndome "se nota que el muchacho (por Gustavo) es tranquilo, pero entiendo su reacciòn, porque la banca estuvo imbancable toda la noche". Fui una vez concluido todo a interiorizarme de la situaciòn, porque ciertamente, si hay alguien que està al margen de cualquier trifulca, es el ex Casa de Padua, de allì mi sopresa al verlo de esa manera.
Desde ese instante, todo se calmò, UAI entendiò que seguir en esa tonalidad podrìa traerle dolores de cabeza innecesarios a corto plazo, y Midland intentò acortar la distancia para decorar un resultado desde hacìa mucho definido. Lo que se avecina es una semana sin cotejos oficiales, ideal para poner la puesta a punto final y pensar en el lunes 8, donde Talleres llega a Libertad, y la impostergable necesidad de vencerlos por màs de 7 puntos para sacàrselos de encima en la lucha, 48 horas despuès visitar al encumbrado Echague y cerrar ante un Banco Provincia ya fuera de todo. Claro, en el medio, ese pendiente ante El Talar, donde se define el resultado de todo un año de trabajo. Parece algo apocalìptico, pero es la verdad: ese encuentro (ya ni se habla de mantener la localia en los dos restantes) determina todo lo que se viene en el club en el 2013.
UAI Urquiza: Ariel Còrdoba (2), Santiago Malincovich (6), Emiliano Galasso (16), Juan Manuel Fabiano (12), Facundo Minervini (7) (F.I.). Darìo Cuevas (17), M. Rodriguez (3), Guillermo Bechtolt (6), Diego Battaglia (2). DT: Esteban Nepomnaschy
Midland: Adriàn Quiroga (4), Cristian Guerra (14), Martin Revello (13), Gustavo Viudez (10), Nahuel Perez (4) (F.I.). Matìas Lopez (0), Kevin Pacheco (0), Lucas Quiroga (0), Matias Tirelli (4). DT: Patricio Caris
Parciales: 17-8, 36-18, 61-31, 71-47 Total: 71-47
Midland hizo lo que pudo, hasta que claudicò al juego implementado con soberbia por su rival, y cayò finalmente 71-47, una distancia sideral que marca perfectamente lo que sucediò en el rectàngulo: ganò quien hoy es mejor, quien tiene muy bien amalgamado el quinteto que entra a la cancha; sea el jugador que sea, rara vez su nivel decae, y con una banca larguìsima, mas allà de ciertas ausencias por lesiòn, supo armar un conjunto que para este funebrero, es su horma en el zapato. Y no hay que hacerse mala sangre por ello, no tiene ninguna invalidez aceptar que son mejores, quedando en claro luego de algunos minutos parejos donde la visita administrò bien el balòn, se adueñò de los rebotes en ambos tableros, y permitiò un bajo goleo en el local. Con un quinteto integrado por Adriàn Quiroga, Cristian Guerra, Martìn Revello, Gustavo Viudez y Nahuel Pèrez (bàsicamente, toda la carne al asador), arrancò con la ilusiòn de que la historia fuese completamente distinta a la de una rueda atràs, incluso con el 4-3 donde Midland estuvo al frente, cuando a partir de allì UAI metiò una ràfaga de 8-0 para jamàs volver a estar los guarismos parejos.
El primer cuarto concluyò 17-8, con el karma funebrero de perder 7 balones (18 en todo el partido), sumado a una defensa muy fuerte del local, con dos postes de gran altura (Juan Manuel Fabiano y Facundo Minervini) aguantando los arrestos de la visita por ingresar a la llave, y una marcaciòn asfixiante de su media cancha (Ariel Còrdoba-Santiago Malincovich), dejando a Emiliano Galasso para hacer desastres con sus triples y pnetraciones a la llave visitante. Asì pues, cuando en el segundo cuarto, el tanteador reflejaba un 22-13, este alero tenìa en su alforja personal 12 puntos, quedando en evidencia ser el jugador desequilibrante del encuentro, cuando el mismo aùn era tal. Midland, por contrapartida, tenìa cerrado el aro contrario, y como pocas veces en el año, solo pudo anotar 18 unidades en el primer tiempo, abajo tambièn por la misma cantidad, avizorando una segunda mitad delicada si no se ajustaban ciertos detalles. En esos primeros 20 minutos, preocupò que una vez alejado el local, algunos jugadores de Midland mostraran una mecha corta a la hora de reaccionar (posiblemente potenciado por un par de impresentables que gritan y exasperan el clima sin necesidad, mostrando una absoluta falta de conocimiento en este deporte, completamente a contramano de ese gran equipo que la instituciòn supo armar), mostrando su lado de ofuscaciòn y dàndole al contrario la llave para terminar de desarmar al buen equipo del oeste. Porque en la previa, se sabìa que una derrota estaba en los càlculos previsibles, por eso mismo no tiene sentido cometer faltas fuertes arriesgàndose a expulsiones que los dejen afuera de los cotejos trascendentales que aùn restan por jugar; es entendible la bronca interna al notar ciertas sobradas del otro lado ("ya iràn a alguna cancha donde los van a fajar en serio", me decìa un referente), pero este plantel està integrado por jugadores experimentados que han pasado muchìsimas màs batallas que su rival, por lo que desde afuera no se entendiò alguna falta antideportiva.
El tercer cuarto fue la culminaciòn del encuentro; allì los de Villa Lynch se movieron a su antojo, endosaron una ventaja que oscilò en los 30 puntos, dejò fenecido cualquier atisbo de reacciòn visitante con un demoledor parcial a los pocos minutos de 14-2, y plasmò sobre la cancha por anticipado la quinta derrota en diez fechas para quien ahora debe ganar sì o sì ante Talar, porque una caìda lo deja afuera de la conversaciòn seria. Tal distancia distendiò al local, principalmente a su banca, quienes en algunos casos se dedicaron a cargar a la visita con algunas descalificaciones, hasta cuando restaban poco màs de 3 minutos, una cargada de Luis Cuevas, ausente por lesiòn en una de sus manos, sacò de quicio a Gustavo Viudez, por lo que el partido tuvo que parar unos instantes hasta que todo volviese a la normalidad. Finalizado el match, hablè con alguien de UAI, dicièndome "se nota que el muchacho (por Gustavo) es tranquilo, pero entiendo su reacciòn, porque la banca estuvo imbancable toda la noche". Fui una vez concluido todo a interiorizarme de la situaciòn, porque ciertamente, si hay alguien que està al margen de cualquier trifulca, es el ex Casa de Padua, de allì mi sopresa al verlo de esa manera.
Desde ese instante, todo se calmò, UAI entendiò que seguir en esa tonalidad podrìa traerle dolores de cabeza innecesarios a corto plazo, y Midland intentò acortar la distancia para decorar un resultado desde hacìa mucho definido. Lo que se avecina es una semana sin cotejos oficiales, ideal para poner la puesta a punto final y pensar en el lunes 8, donde Talleres llega a Libertad, y la impostergable necesidad de vencerlos por màs de 7 puntos para sacàrselos de encima en la lucha, 48 horas despuès visitar al encumbrado Echague y cerrar ante un Banco Provincia ya fuera de todo. Claro, en el medio, ese pendiente ante El Talar, donde se define el resultado de todo un año de trabajo. Parece algo apocalìptico, pero es la verdad: ese encuentro (ya ni se habla de mantener la localia en los dos restantes) determina todo lo que se viene en el club en el 2013.
UAI Urquiza: Ariel Còrdoba (2), Santiago Malincovich (6), Emiliano Galasso (16), Juan Manuel Fabiano (12), Facundo Minervini (7) (F.I.). Darìo Cuevas (17), M. Rodriguez (3), Guillermo Bechtolt (6), Diego Battaglia (2). DT: Esteban Nepomnaschy
Midland: Adriàn Quiroga (4), Cristian Guerra (14), Martin Revello (13), Gustavo Viudez (10), Nahuel Perez (4) (F.I.). Matìas Lopez (0), Kevin Pacheco (0), Lucas Quiroga (0), Matias Tirelli (4). DT: Patricio Caris
Parciales: 17-8, 36-18, 61-31, 71-47 Total: 71-47